A los catalanes nos encanta blasfemar. ¡Blasfemar con propiedad y con estilo, claro está! Hoy te presentaré algunos de los mejores tacos y palabrotas del catalán. ¿Sabías que la mayoría de los tacos, blasfemias, insultos y palabrotas se encuentran en los diccionarios normativos? ¡Pues sí!, aunque hay algunos que no tienen cabida. Aunque sean marginales, dialectales o que estén mal vistos, los tacos forman parte de nuestro léxico y estos se merecen un reconocimiento. ¿Ahora me dirás que tú no reniegas nunca y que no se te escapa ni una palabrota, verdad? ¡Va hombre, va! ¡No cardis! ¡Eso no te lo crees ni tú, hòstia!
Las palabrotas tienen una función lingüística y comunicativa importante: nos ayudan a expresarnos. ¡Ah!, y a DESAHOGARNOS! Así que... ¡Viva los improperios, larga vida a los reproches, arriba las palabras malsonantes y que corran las palabrotas, collons! Muy bien, muy bien, pero... ¿por dónde empezamos? Bien, una de las palabras más nuestras es la famosa hòstia, y tienes que saber que hay muchas alternativas, como por ejemplo: Alça! Bufa! Carai! Carall! Caram! Collons! Colló! Cony! Diantre! Diastre! Déu n’hi do! Òndia! Ospa! Ostres! Recoi! Redeu! Renoi! Tira! Vaja! Vatua! Xe! Y también tienes la opción de completar el hòstia: hòstia santa, hòstia santíssima, hòstia puta, etc.
¿Y si queremos mandar a alguien a la mierda?: Vés a cagar! Vés a escampar la boira! Vés a fer la mà! Vés a fer punyetes! Vés a fregir espàrrecs! Vés a la me! Vés a la quinta forca! Vés a l’infern! Vés a parir panteres! Vés a passeig! Vés a pastar fang! Vés a prendre pel cul! Vés a prendre pel sac! Vés a prendre vent! Vés al carall! Vés que et moqui la iaia!
¿Qué, tienes suficiente o no? Porque si no, aquí te doy unas cuantas ideas más para decirle a alguien que no vale nada: no vals ni la merda que cagues, no vals ni la pesseta de batejar, no vals ni per a tap de pica i no vals ni un cèntim. Y si quieres decir que es mala gente, también le puedes decir que es un mal bitxo, un malfactor, un malforjat, un malànima i una mala peça. Y entre mis insultos preferidos todos aquellos que hacen referencia a ser un capsigrany: cap de lluç, cap de meló, cap de pardals, cap de ruc, cap de soca y cap de suro.
¡Ah! Dejad que os hable también del hecho de cagarnos en algo. Nuestra lengua, que todos sabemos que es rica y plena, cuenta con diferentes grafías para expresar este cagarse en alguna cosa: càgon, càgum, cago’m, càsum, mecàgum, mecàgom, mecàgon o me cago en... Solemos mantener la o del verbo cago y la n de la preposición en, aunque en algunas variedades la n es una m y la o es una u. En catalán tenemos un buen puñado de opciones para cagarnos en todo tipo de cosas diferentes: càgum cony, càgum dena, càgum dotze, càgum Déu, càgum els collons d’en Pere Berenguera, càgum la mar salada, càgum la mare d’en Tano, càgum la puta (i la puta d’oros i la puta de bastos i la puta llet), càgum la teva puta estampa y càgum l’hòstia y todos los que me dejo.
Como catalanohablantes tenemos la responsabilidad de transmitir la lengua a las futuras generaciones. La lengua también incluye los tacos y las palabrotas, no solo como expresiones idiomáticas, también como símbolos de nuestra identidad y cultura. Así pues, recordamos el hecho de intentar hablar bien, de que no cuesta una puta mierda, pero recordamos también que, si nos tenemos que cagar en algo o enviar a alguien a cagar, que al menos lo hacemos en catalán.
Valentina Planas "La incorrecta"